Navantia busca en Canadá el primer contrato de exportación de su nuevo submarino S-80, en servicio ya en la Armada española. El constructor naval ha redoblado los esfuerzos comerciales en el país norteamericano, después de perder la partida en el concurso indio frente a TKMS a principios de 2024.
La compañía ha estado presente en la feria Cansec, el principal encuentro en Canadá del sector de la defensa, la seguridad y las tecnologías emergentes celebrado en Ottawa entre el 28 y el 29 de mayo. La gran protagonista del estand del astillero español ha sido la maqueta del submarino S-80, candidato al programa de 12 submarinos de patrulla para la Marina Real canadiense.
Navantia ha presentado el buque como "el submarino más avanzado en servicio en la OTAN", equipado con el sistema AIP BEST (Bio-Ethanol Stealth Technology)". La compañía contó con el apoyo del embajador de España en Canadá, Alfredo Martínez, y de la delegación del Ministerio de Defensa español en la feria, encabezada por el contralmirante José Antonio Toro, subdirector general de Gestión e Internacionalización de la Industria de Defensa.
La compañía ha estrenado recientemente también una web, diseñada específicamente para el programa de Canadá, donde presenta las características, capacidades y tecnologías de su submarino S-80. El portal abre con el eslogan "Diseñado por Navantia en España, listo para Canadá".
En octubre de 2024, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, respaldó durante su visita al país la propuesta de Navantia en diferentes reuniones con representantes gubernamentales, fondos y empresas españolas presentes en Canadá.
Programa de submarinos canadiense
Ottawa emitió en septiembre de 2024 una solicitud de información formal a la industria internacional para conocer sus capacidades y disposición para el desarrollo de una futura flota de doce submarinos. La RFI, como se conoce a este documento por sus siglas en inglés, marca el arranque de este programa al que se le estima una inversión de entre 60.000 y 100.000 millones de dólares canadienses, lo que al cambio supone actualmente entre 39.600 y los 66.000 millones de euros).
La nueva flota comenzará a reemplazar previsiblemente a partir de 2035 a los actuales submarinos de la clase Victoria, que serán desmantelados a mediados de la década de 2030. Básicamente, con la RFI se trata de “recopilar información sobre la disponibilidad de submarinos que están en servicio o en producción y sobre la capacidad de la industria de defensa global para entregar hasta 12 submarinos de propulsión convencional a Canadá”, como explica la firma analista británica Global Data.
Las autoridades de adquisiciones militares canadienses han pedido a la industria que respondan a esta RFI, con comentarios para ayudar a dar forma al proceso de adquisición, antes del próximo 18 de noviembre. El documento busca igualmente conocer la disposición de los posibles fabricantes para suministrar soporte en servicio, capacitación e infraestructura para los nuevos submarinos.
Sigilo, letalidad, persistencia y capacidad de despliegue
Canadá considera como requisitos clave para su futura capacidad submarina el sigilo, la letalidad, la persistencia y la capacidad de despliegue en el Ártico, “lo que significa que el submarino debe tener mayor alcance y resistencia”. La nueva flota del país, añaden desde su Ministerio de Defensa “deberá proporcionar una combinación única de estos requisitos para garantizar que Canadá pueda detectar, rastrear, disuadir y, si es necesario, derrotar a los adversarios en los tres océanos de Canadá, al tiempo que contribuye de manera significativa junto con los aliados y permite al Gobierno de Canadá desplegar esta flota en el extranjero en apoyo de nuestros socios y aliados”.